Estos palitos salados son una opción ideal para picar, acompañar una comida o servir como snack casero.
La masa es simple, económica y se prepara en pocos minutos.

Con la cocción adecuada y algunos detalles claves, quedan livianos, súper crocantes y con ese sabor clásico que todos buscan.
Ingredientes
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2 tazas de harina
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1 cucharadita de sal
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1 cucharadita de polvo para hornear
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3 cucharadas de manteca o aceite
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½ taza de agua tibia
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1 cucharadita de azúcar (opcional, ayuda al dorado)
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Sal gruesa o fina para espolvorear
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Aceite en cantidad mínima para pincelar
Preparación
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En un bol grande, mezclá la harina, la sal y el polvo para hornear. Si decidís usar el azúcar, agregalo en esta etapa.
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Sumá la manteca blanda o el aceite y desmenuzalo con los dedos hasta lograr una textura arenosa.
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Agregá el agua tibia de a poco y mezclá hasta formar una masa lisa. No debe quedar pegajosa; si es necesario, agregá un poco más de harina.
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Amasá durante dos o tres minutos para activar el gluten y lograr una textura más elástica.
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Dejá reposar la masa cinco minutos tapada para que sea más fácil estirarla.
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Estirá la masa sobre una superficie limpia y apenas enharinada hasta que quede bien fina. Cuanto más fina, más crocantes van a quedar los palitos.
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Cortá tiras finas con un cuchillo o un cortante de pizza. Podés hacerlos más gruesos o más delgados según el tipo de crocantez que prefieras.
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Colocá las tiras en una placa apenas aceitada o cubierta con papel manteca.
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Pincelá los palitos con una capa fina de aceite y espolvoreá con sal fina o sal gruesa según te guste.
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Llevá al horno precalentado a temperatura media-alta durante 12 a 18 minutos, o hasta que estén secos y bien dorados. El tiempo puede variar según el grosor.
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Retiralos del horno y dejalos enfriar completamente para que terminen de tomar crocancia.
Tips y consejos:
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Si querés un sabor más intenso, agregá orégano, pimentón o queso rallado a la masa.
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Para un dorado parejo, rotá la bandeja a mitad de la cocción.
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Si los querés más aireados, agregá una cucharadita extra de polvo para hornear.
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Para obtener palitos bien secos, estiralos finos y asegurate de que no queden partes gruesas.
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Se conservan varios días en un frasco hermético sin perder la textura.
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Si buscás un toque más gourmet, espolvorealos con semillas de sésamo o provenzal antes de hornear.
Estos palitos salados caseros son una excelente opción para preparar en pocos minutos y disfrutar en cualquier momento.
Quedan livianos, crocantes y con un sabor irresistible.
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