¡Deberías congelar los tomates de esta manera, ahorrarás dinero y tendrán mejor sabor!

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Los tomates son una de las bases más versátiles en la cocina. Su sabor, textura y propiedades nutricionales los hacen imprescindibles en muchas recetas. Sin embargo, cuando se compran fuera de temporada o en grandes cantidades, suelen perder su frescura rápidamente.

 

Afortunadamente, existe una técnica de conservación que no solo mantiene su sabor, sino que incluso lo potencia: congelarlos de la manera correcta.

En este artículo te enseñamos cómo hacerlo paso a paso, y además te compartimos un método adicional para conservarlos en frascos, ideal para disfrutar tomates sabrosos todo el año.

 

Cómo congelar tomates correctamente

El método que proponemos es simple, económico y eficaz. Solo necesitas tomates maduros, una bolsa hermética para el congelador, un recipiente con agua hirviendo, y más tarde, una sartén,  aceite de oliva y ajo.

Paso a paso:

  1. Corte inicial: Lava bien los tomates y córtalos en mitades o cuartos, según el tamaño.

  2. Congelado: Coloca los trozos de tomate en una bolsa hermética apta para freezer. Sella bien y llévalos al congelador.

  3. Preparación para pelarlos: Cuando los quieras utilizar, colócalos en un recipiente y vierte agua hirviendo sobre ellos.

  4. Reposo: Déjalos reposar durante 30 minutos. Luego, haz 2 cortes en cada tomate. La piel se desprenderá fácilmente.

  5. Cocción básica: En una sartén, añade un diente de ajo y un chorro de aceite de oliva extra virgen. Coloca los tomates pelados y cocina a fuego lento durante 10 minutos. Tendrás una base deliciosa para salsas, guisos o sopas.

 

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Otra forma de conservar tomates: en frascos

Si prefieres conservar los tomates frescos sin congelar, existe una alternativa muy práctica y tradicional: envasarlos en frascos con aceite de oliva y albahaca.

Procedimiento:

  1. Preparación: Lava los tomates y haz un corte superficial en cada uno.

  2. Frascos: Colócalos en frascos limpios y esterilizados. Agrega hojas de albahaca fresca y cubre con aceite de oliva extra virgen.

  3. Conservación al baño maría: Lleva los frascos cerrados a una olla con agua. Hierve durante aproximadamente 40 minutos. Este proceso crea un vacío que conserva los tomates por meses.

Consejos adicionales:

  • Elige tomates maduros pero firmes para que conserven mejor su textura y sabor durante la cocción.

  • No agregues sal antes del proceso de cocción, ya que puede afectar la textura de los tomates congelados.

  • Etiqueta las bolsas y los frascos con la fecha de preparación para controlar mejor la conservación.

  • El aceite de oliva extra virgen y la albahaca no solo ayudan a conservar, sino que también aportan un sabor gourmet natural.

  • Evita usar frascos con tapas dañadas o oxidadas, ya que pueden comprometer el sellado.

Con estos métodos, no solo prolongas la vida útil de tus tomates, sino que también logras conservar y realzar su sabor natural. ¡Ya sea que elijas congelarlos o guardarlos en frascos, tendrás siempre a mano una base deliciosa y saludable para tus comidas!

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