Al llegar a los 70 años, muchos adultos mayores siguen realizando exámenes médicos de rutina creyendo que son esenciales para mantenerse sanos. Sin embargo, recientes investigaciones advierten que algunos de estos chequeos pueden ser más perjudiciales que beneficiosos.
En lugar de prevenir enfermedades, podrían provocar diagnósticos erróneos, cirugías innecesarias y efectos secundarios graves.
A continuación, te contamos cuáles son los 5 chequeos médicos que deberías replantearte seriamente después de los 70 años.
1. Colonoscopías innecesarias
Aunque este examen es útil antes de los 70, su uso después de esa edad puede provocar más complicaciones que beneficios. Uno de cada tres adultos mayores sometidos a colonoscopías innecesarias termina en una cirugía que podría haberse evitado.
Además, el riesgo de hemorragias, infecciones y perforaciones intestinales aumenta considerablemente con la edad.
2. Mamografías tardías
Después de los 70, las mamografías pueden llevar a falsos positivos y tratamientos innecesarios, como cirugías, quimioterapia o radioterapia. El cáncer de mama en esta etapa suele avanzar lentamente y no siempre representa una amenaza inmediata.
La ansiedad y los efectos secundarios de tratamientos agresivos pueden perjudicar más que la propia enfermedad.
3. Resonancias o escáneres de memoria (como los PET cerebrales)
Estos estudios pueden generar alarmas injustificadas sobre posibles demencias o deterioros cognitivos. Muchas veces se detectan “anomalías” que no afectan la vida cotidiana, pero que llevan a tratamientos experimentales o medicaciones innecesarias con efectos adversos.
El diagnóstico excesivo de Alzheimer, por ejemplo, puede tener un fuerte impacto psicológico.
4. Pruebas de detección de cáncer de próstata (PSA)
La prueba del antígeno prostático específico (PSA) puede parecer una medida preventiva, pero después de los 70 suele generar confusión. Muchos hombres reciben diagnósticos de cánceres de crecimiento lento que no requerirían intervención. Sin embargo, terminan siendo sometidos a biopsias, cirugías o radiación, con consecuencias como incontinencia o disfunción eréctil.
5. Tomografías o radiografías innecesarias del tórax
Este tipo de pruebas se solicita con frecuencia para descartar problemas pulmonares. Sin embargo, en adultos mayores, pueden detectar nódulos benignos que desencadenan una cadena de estudios, biopsias e incluso cirugías de alto riesgo.
Además, la exposición reiterada a radiación aumenta el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer hasta en un 5%.
Reflexión final:
Muchos chequeos que fueron útiles antes de los 70 pueden volverse peligrosos al envejecer. Es fundamental que los adultos mayores dialoguen con sus médicos sobre los riesgos reales de estos estudios y consideren si realmente mejorarán su calidad de vida.
¡La prevención es clave, pero la prudencia médica también lo es. A veces, menos es más, especialmente en la tercera edad!

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