Muchas personas han escuchado que no conviene barrer de noche, pero pocos saben por qué.

A continuación, te contamos todo lo que hay detrás de esta costumbre.

 

Motivos culturales y espirituales

En varias culturas del mundo, la noche es considerada un momento sagrado, vinculado a lo espiritual y lo invisible.

Según estas creencias, barrer de noche no solo limpia el piso, sino que también puede estar “barriendo” energías positivas.

En la tradición china, por ejemplo, se cree que al barrer después del anochecer se está alejando la suerte y la prosperidad del hogar.

Algo parecido ocurre en algunas culturas de América Latina, donde se dice que la noche es el tiempo de los espíritus, y hacer ruido o mover energía con una escoba puede molestarlos.

Incluso en la mitología europea existen leyendas sobre duendes, hadas o seres mágicos que deambulan al anochecer, y que podrían alterarse si notan cambios en el entorno.

Relatos populares y mitos

Muchas de estas ideas se transmitieron oralmente de generación en generación.

En los pueblos, se creía que barrer la casa durante la noche podía atraer mala suerte, pobreza o incluso la visita de seres extraños.

Estas leyendas no solo pretendían mantener el orden del hogar, sino también inculcar respeto por los momentos de recogimiento, asociando la limpieza nocturna con posibles consecuencias negativas en lo espiritual o emocional.

Razones prácticas que también explican la tradición

Aunque parezca una costumbre puramente supersticiosa, también existen motivos prácticos detrás de esta recomendación.

En épocas en que no había luz eléctrica, barrer de noche implicaba hacerlo casi a oscuras, con alto riesgo de accidentes o pérdida de objetos valiosos por error.

Además, la noche es momento de descanso, y el sonido de una escoba puede perturbar el sueño del resto de la familia.

Por eso, mantener la casa en silencio también era visto como una señal de respeto.

Aunque hoy la tecnología ha cambiado la manera de vivir, muchas costumbres se siguen manteniendo por tradición, respeto o simple curiosidad.

¿Barrer de noche? Una decisión que mezcla lo místico, lo práctico y lo cotidiano.