¿Te gusta darle a tus platos un toque único con ajo? Entonces, en lugar de usar dientes de ajo puedes optar por el ajo en polvo, un condimento que se funde a la perfección con todas las recetas consiguiendo darle un toque diferente a tus platos y lleno de sabor. En los supermercados podrás encontrar fácilmente productos preparados de ajo en polvo pero, como en la mayoría de los casos, este producto está condimentado con químicos que anulan muchas de los beneficios naturales de este producto. Por este motivo, en unComo vamos a contarte cómo hacer ajo en polvo consiguiendo, así, un condimento nutritivo y delicioso para tus recetas.
Pasos a seguir:
- Lo primero que debemos realizar para poder hacer ajo en polvo es pelar los dientes para que estén preparados para ser cocinados. Cuando los tengamos sin piel, tendremos que filetearlos en trozos finos intentando conseguir que queden muy finos y delgados, de esta manera, será más fácil trabajar con ellos.
- En cuanto tengas todos los dientes perfectamente cortados, es el momento de cocinarlos. Antes de nada, tendrás que precalentar el horno a 150 grados tanto por arriba como por abajo, así, estará a la temperatura perfecta para poder preparar los ajos en polvo. Mete los trozos fileteados en una bandeja (apta para el horno) y deja que se cocinen durante unas 2 horas, aproximadamente a temperatura baja; este procedimiento está indicado para deshidratar al máximo los ajos.
- Transcurrido este tiempo, los ajos estarán completamente secos por lo que estarán en el punto idóneo para poder hacer polvo con ellos. Para conseguirlo, tendrás que esperar a que se enfríen un poco los dientes de ajo y, cuando estén listos, los meteremos en una licuadora o, en caso de que no tengas, en un mortero. Tritura al máximo hasta que aparezca el polvo deseado.
¡Y listo! Ahora ya puedes guardar tu ajo en polvo en un recipiente e irlo usando cuando cocines. Otro buen condimento para tus platos es la sal, por eso, te damos los pasos para que aprendas a hacer sal de ajo. - El tiempo de horneado que te hemos indicado dependerá siempre del grosor con el que hayas cortado los dientes de ajo; si cuando vas a apartar el ajo ves que aún están húmedos, deja que se cocinen durante más tiempo para conseguir quitarles toda la hidratación. Este paso se puede obviar si dispones de un deshidratador de alimentos.
Comentarios