#CHOREEEEEEEEEEEI
REFLITA: – Una pequeña niña, fue llevada por su tía a la iglesia y aceptó a Jesús. Llegando a casa ella habló con los padres así: ′′ Papá déjame ser creyente?» Papá y mamá dijeron: ′′ En absoluto, somos seguidores de Mahoma.» Ella insistió tanto que los padres hablaron: ′′ Con una condición, todo el culto que vayas, cuando llegues a casa te vas a dar una paliza!» Ella dijo ′′ Está bien!».
Ella iba al culto llegaba a casa una paliza, iba al culto llegaba a casa otra paliza. Un día la tía le dio un vestido blanco y ella cantó delante de la iglesia sola su primer suelo a los 12 años, ella tenía 1 año de conversión. Cuando terminó el culto ella se quedó con las amigas, todo el mundo feliz. Su padre vino, agarró a la niña y la golpeó, ante la iglesia, golpeó su cabeza en el medio hilo y la lastimó mucho.
Arrestaron a papá Así que la tía y el pastor atraparon a la niña y la pusieron en un banco, le quitaron el vestido blanco mientras ella estaba perdiendo la conciencia, perdía la conciencia y volvía, así que en ese instante cuando volvía la conciencia ella decía ′′ Pastor dónde está mi vestidito ?»
El Pastor dijo ′′ olvida el vestido mi hija, él está todo sucio de sangre, mantente firme, aguanta que el médico está llegando ′′ entonces ella se apagaba, entonces ella despertaba de nuevo y decía ′′ tía.. Pastor, me da Mi vestido, quiero mi vestidito blanco ′′ y ellos hablaban ′′ olvida el vestido, él está todo sucio ′′ Esto pasó cinco veces; la quinta vez que sucedió eso la niña dijo: ′′ Pastor estoy viendo a Jesús allí de pie, y Él me está diciendo que me llevará ahora, por favor, por el amor de Dios, por todo lo que es más sagrado, dame mi vestidito blanco?»
El pastor dijo ′′ Por qué?» Él fue allí, agarró el Vestido y le dio, ella abrazó el vestidito solo de bragas y fue cerrando los ojitos por última vez en esta tierra, y el pastor preguntó ′′ Pero por qué quieres tanto ese vestido?» Y sus últimas palabras fueron: ′′ Yo quiero Entrar con ese vestidito sucio de sangre en el cielo, para mostrarle a Jesús, que así como un día sangró por mí, yo también sangré por Él.
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