Si estás cansada de tener relaciones con hombres que parecen niños, presta atención al siguiente artículo de unComo.com. Y es que puede llegar a ser frustrante amar a alguien que se muestra inmaduro e infantil, por lo que queremos darte las herramientas adecuadas para alejarte de aquellas personas que, emocionalmente, no están a tu altura. En esta ocasión, te explicamos cómo saber si un hombre es maduro. Busca una persona que tenga tus mismos intereses, objetivos y valores para forjar el futuro con el que siempre has soñado. ¡Toma nota!
La primera clave que evidencia la falta de madurez en un hombre es el miedo al compromiso, y esto es más evidente si el hombre en cuestión ya tiene una edad avanzada. Comprometerse es decidir y decidir significa cambiar, por lo que muchos hombres tienen miedo a alterar su rutina, su cotidianidad y sus costumbres. Si observas que tu hombre quiere mantenerse libre y no quiere atarse a nada, probablemente estés delante de un inmaduro.
La falta de compromiso que comentábamos con anterioridad viene de la mano de que dicha persona suele tener relaciones esporádicas y cortas. Probablemente no han tenido una relación importante y significativa por su incapacidad de entablar lazos afectuosos. Un hombre maduro sabe crear relaciones cercanas y serias con otras personas, sean de amistad o amorosas.
Asimismo, los hombres inmaduros demuestran una capacidad nula a la hora de expresar sus emociones. Son incapaces de mostrar sus sentimientos, por lo que resulta difícil oírles decir algo tan simple como «te quiero» o «me importas». Un hombre emocionalmente maduro es capaz de reconocer sus sentimientos y, por ende, expresarlos en el momento oportuno.
Los hombres maduros suelen tener objetivos e intereses claros. Invierten un poco de tiempo en sentirse realizados y se dedican a trabajar activamente para conseguir llegar a sus objetivos. En cambio la falta de ambición o el conformismo son dos de las señales de que un hombre es inmaduro. Es decir, viven la vida sin una dirección concreta, sin foco ni rumbo. Todo les va bien.
Por otro lado, un signo de madurez es la sutileza, puesto que es un modo de demostrar inteligencia. Los hombres inmaduros suelen comportarse como niños, lo cual significa que no tienen medida. Pueden ser descarados, engreídos, dramáticos y maleducados. En cambio, un hombre maduro demostrará un toque de humor, de enfado o de disgusto en su justa medida, siempre desde la base del respeto por los demás.
Si observas el estilo de vida de un hombre, también puedes detectar si es o no maduro. Sus hobbies o pasatiempos pueden indicarte el grado de madurez de un hombre. Por ejemplo, si se pasa todo el día jugando a videojuegos y no presta atención a nada más, puede demostrarte cierto grado de inmadurez. En cambio, si dedica su tiempo libre a practicar deporte o cultivar la mente, puede demostrarte mayor inteligencia.
Por otro lado, los hombres maduros son perfectos mediadores y siempre acuden al diálogo para resolver cualquier situación crítica. Los inmaduros, por su parte, rechazan hablar y esperan a que pase la tormenta, como si no fuera con ellos. Con un hombre maduro siempre podrás mantener una conversación, sea cual sea el tema de debate. Además, su excelente manera de expresarse hace que sean personas interesantes y cultas.
En definitiva, sabrás que un hombre es maduro si tiene claro lo qué quiere en su vida y cómo lo quiere. No se dejan llevar por la corriente, sino que marcán bien sus pautas para llegar a todo aquello que se han propuesto, cueste lo que cueste. Por ello, buscan a parejas que les acompañen en sus sueños y con las que puedan trazar nuevas metas juntos. Son hombres con experiencia y ganas de seguir avanzando; exitosos y brillantes, a la par que humildes.
La falta de personalidad, de compromiso, el drama o el victimismo, son algunas de las características más comunes de los hombres inmaduros. Si no quieres verte arrastrada a una relación tóxica que no avance, observa bien cómo es el hombre con el que quieres compartir tu futuro.
Un hombre maduro te va a amar de pies hasta la última estría y arruga que vaya apareciendo en tu cuerpo. Jamás sentirá pena por tu estatura o por tus defectos y nunca te juzgará por tu pasado.
Un hombre de verdad te querrá todos los días, incluso en aquellos días del mes en los que ni tú misma te aguantas.
Ese hombre de verdad va a creer en tu libertad, amará tus ocurrencias, tus metas, ambiciones, y cada detalle que hace «perfecta» a una mujer.
Nunca querrá cambiar nada de ti, simplemente te ayudará a crecer, te ayudará a que tengas sed de ser mejor que ayer. Porque un hombre maduro no cambia, un hombre maduro ayuda a crecer y evolucionar.
Un hombre maduro te da alas, no te las corta. Te da la mano cuando estás en el suelo, el hombro para que llores cuando ya no aguantes más, sus brazos cuando no te sientes segura, y su calor cuando sientas frío.
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