Señor Dios Padre Misericordioso, constantes teorías de conspiración se oyen, y el miedo toca a muchos por el aparente avance del mal. Yo hoy quiero hacer vida la Palabra que nos dice: «El Señor deshace los planes de las naciones, frustra los proyectos de los pueblos; pero el plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad» (Sal 33,10).
Dame tu gracia, Dios mío, para mantener mis ojos en Ti, y que tu Amor me lleve a llevarte a los demás. Dios vivo y verdadero, Tú que no desamparas a quien se abandona en Ti, hazme un instrumento de tu Amor y de tu paz. Amén.
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