Como las ramas de un árbol, crecemos en diferentes direcciones, pero nuestra raíz es una sola, así, la vida de cada una siempre será parte esencial de la vida de la otra. Gracias por darme los más bonitos recuerdos de mi niñez, aún con las típicas peleas que hoy recuerdo con risa, con nostalgia. Soy tan feliz de que tú seas mi hermana
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