Con pocos ingredientes y un paso a paso simple, vas a lograr una torta que se roba todos los elogios.

Ingredientes
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100 g de manteca a temperatura ambiente
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100 g de azúcar
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2 huevos
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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1 cucharadita de ralladura de limón
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200 g de harina 000
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200 g de maicena
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1 cucharadita de polvo de hornear
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400 g de dulce de leche repostero
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100 g de coco rallado
Preparación
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Precalentá el horno a 160 °C y enmantecá dos placas o fuentes aptas para horno.
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En un bol grande, mezclá la manteca con el azúcar hasta obtener una pasta suave. Agregá los huevos, la esencia de vainilla y la ralladura de limón. Integrá todo con movimientos envolventes.
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En otro recipiente, tamizá la harina, la maicena y el polvo de hornear. Incorporalos a la mezcla anterior de a poco, integrando hasta formar una masa lisa y suave.
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Estirá la masa con palo de amasar sobre una superficie enharinada, hasta lograr un espesor de 5 mm. Con ayuda de un molde o plato, cortá dos tapas de unos 20 cm de diámetro.
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Colocá las tapas sobre las placas enmantecadas y hornealas durante 10 a 15 minutos, cuidando que no se doren demasiado. Deben estar cocidas pero claras. Dejalas enfriar completamente antes de manipularlas.
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Una vez frías, colocá la primera tapa en una bandeja. Con una manga o cuchara, distribuí generosamente el dulce de leche. Colocá la segunda tapa encima con cuidado.
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Cubrí los bordes con más dulce de leche y emparejá con una espátula o cuchillo plano. Pasá los bordes por coco rallado hasta cubrir bien.
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Opcionalmente, podés decorar la parte superior con más dulce de leche, coco o incluso algunos mini alfajores para darle un toque especial.
Tips y consejos:
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Para que la masa no se rompa al trasladarla, podés estirarla directamente sobre papel manteca y llevarla al horno así.
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Si no tenés manga, usá una cuchara o espátula para distribuir el dulce de leche. Siempre elegí uno repostero para que no se desparrame.
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Guardá la torta en la heladera y sacala unos 20 minutos antes de servirla para que esté en su punto justo.
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La ralladura de limón realza el sabor de la masa, pero también podés usar esencia de almendras o de coco para variar.
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Esta receta también se puede adaptar a porciones individuales, haciendo mini tapas de unos 6-8 cm.
Una torta fácil, distinta y con todo el sabor del clásico alfajor de maicena.
Ideal para compartir y quedar bien con todos sin complicarte.
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