Si ya probaste con cinta adhesiva o con los clásicos rodillos pegajosos y no tuviste buenos resultados, acá te dejamos 4 métodos caseros que realmente funcionan y que podés aplicar con elementos que seguro tenés en casa.

1. Bayeta de microfibra: aliada infalible
Las bayetas de microfibra no solo sirven para limpiar superficies, también son excelentes para quitar pelos de gato de la ropa.
Gracias a su textura antiestática y absorbente, atrapan los pelitos con facilidad sin dañar las fibras de la tela.
Cómo usarla:
Pasala por la prenda en seco o apenas humedecida. Después, lavala con agua y jabón para remover los pelos acumulados y poder seguir usándola.
Consejo extra: Doblala en forma de bolita y frotá en movimientos circulares para juntar más cantidad de pelos de una sola pasada.
2. Suavizante de ropa diluido
El suavizante no solo deja la ropa perfumada, también puede ayudarte a soltar los pelos adheridos gracias a sus componentes suavizantes.
Cómo usarlo:
Mezclá 1 parte de suavizante con 3 partes de agua en un frasco con pulverizador o rociador.
Rociá ligeramente la zona con pelos, dejá actuar unos minutos y pasá un paño limpio para retirar los restos. Los pelos se despegan con facilidad.
3. Guantes de látex húmedos
¿Tenés guantes de lavar los platos? Entonces ya tenés la solución a mano.
Al estar hechos de látex, generan una fricción que levanta los pelos al instante.
Cómo usarlos:
Humedecé apenas los guantes y pasá las manos por la prenda como si la estuvieras acariciando. Vas a ver cómo los pelos se van adhiriendo a los guantes.
Tip útil: Después enjuagá los guantes bajo el chorro de agua para quitar todos los pelos pegados.
4. Aire frío del secador
Una solución express para cuando estás apurada y no sabés cómo sacarte los pelos de encima antes de salir.
El aire frío del secador ayuda a despegar los pelitos sin levantar pelusa ni dañar la ropa.
Cómo hacerlo:
Colocá la prenda sobre una superficie plana y pasá el secador con aire frío a unos 20 cm de distancia. Los pelos van a desprenderse y caer al piso.
Luego pasá la aspiradora o una escoba para levantarlos.
Advertencia: No uses aire caliente, ya que puede fijar los pelos a la tela o dañar prendas delicadas.
Consejos útiles:
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No mezcles ropa llena de pelos con ropa limpia en el lavarropas, porque se van a esparcir.
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Si tenés secarropas, meté las prendas con una toalla húmeda durante 10 minutos: la fricción atrapa los pelos.
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Para prevención, cepillá regularmente a tu gato y sacudí tu ropa antes de guardarla.
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Guardá una bayeta o guantes viejos en el bolso o el auto, por si necesitás una limpieza rápida antes de una reunión.
Con estos trucos simples vas a poder decirle chau a los pelos de gato sin arruinar tu ropa.
¡Y seguir disfrutando de sus mimos sin preocuparte por lo que dejan atrás!
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