7 trucos para unas toallas suaves y esponjosas (tras cada lavado)

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Despídete de los malos olores y la dureza de las toallas con productos de toda como el vinagre blanco o el zumo de limón, … ¡harán maravillas con tus toallas!

La felpa, el material por excelencia en la confección de toallas y albornoces, es un tejido absorbente que requiere de ciertos cuidados mantenerse libre de olores rancios y con ese tacto suave y esponjoso que tanto nos gusta.

Y es que algo tan sencillo y práctico como una toalla puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza cuando adquiere humedad y malos olores. Peor aún, es más frustrante notar un olor rancio tras lavar y secar la toalla, ¿verdad? ¿Y cuándo sueltan pelusas? ¿o cuando están tan tiesas que raspan la piel?

 

Son muchos los problemas, pero también las soluciones. De hecho, hoy te enseñamos siete trucos para lavar tus toallas que te van a encantar.

Cómo lavar las toallas para que queden suaves y esponjosas (7 trucos)

Con estos trucazos tus toallas quedarán tan suaves como un jersey polar de tacto suave. ¡Prometido!

1. El vinagre será tu mejor aliado

Para que tus tollas queden limpias, esponjosas y sin malos olores, añade media taza de vinagre blanco al cajetín del detergente. El vinagre de limpieza es un poderoso desodorizador y suavizante natural para las prendas, en especial aquellas que están destinadas a absorber la humedad como la ropa deportiva y las toallas.

Si prefieres no echar vinagre en la lavadora, puedes poner las toallas a remojo durante una hora en un barreño con agua, vinagre y jabón. Tras este tiempo, debes retirar el exceso de agua y lavar las toallas en la lavadora como de costumbre. ¡El mal olor se irá como por arte de magia! Además, es un tip ideal para que las toallas nuevas dejen de soltar pelusas.

2. Echa un tapón de amoníaco en cada lavado

Otro truco que funciona de maravilla para que las toallas salgan esponjosas y sin olores es añadir un tapón de amoníaco líquido perfumado al cajetín del detergente junto a un buen chorro de limón. Ambos ingredientes son muy conocidos en el mundo de la limpieza por sus enormes propiedades para quitar los malos olores de los tejidos.

Toallas: trucos para que queden suaves y esponjosas

Más trucos para que tus toallas queden esponjosas y sin olores extraños:

3. Evita el uso de suavizantes y lejías

Por ningún motivo utilices suavizante para lavar las toallas, ya que crean en ellas una capa serosa que bloquea su capacidad absorbente. Esto, con el paso del tiempo, crea malos olores en las toallas y ropa de baño.

Por otra parte, la lejía o lavandina puede ser muy abrasiva con las toallas. Además, la lejía se come los colores, por lo que solo es recomendable usarla cuando se quiere desinfectar toallas blancas infestadas con ácaros, sarna o alguna plaga común.

4. Lavados en frío y con espacio

Si quieres evitar que tus toallas se queden tiesas, suelten pelusas o tengan mucha rugosidad, es muy recomendable que las laves por separado y con tejidos similares.

De igual forma, es preferible utilizar agua fría y dejar al menos un palmo de distancia entre la lavadora y las toallas cuando están en el tambor.

5. Nunca dejes las toallas dentro de la lavadora

Un error muy frecuente al poner la lavadora es dejar que la ropa permanezca en ella durante horas tras finalizar el lavado. ¡Evítalo! La felpa es una tela que adquiere mal olor en seguida, en especial cuando se encuentra en un entorno húmedo.

De hecho, si tras el secado la toalla apesta, es muy posible que se deba a que ha permanecido varías horas, incluso días, dentro de la lavadora. ¿La solución? Pon las toallas a remojo con agua, vinagre y limón durante hora y luego lávalas como de costumbre en la lavadora (y mejor si utilizas un detergente en polvo).

6. Tiende las toallas al aire libre

No hay nada mejor que secar las toallas en el exterior de la casa, bien sea en un tendedero tradicional o un tendedero vertical (¡este último está de moda!).

El tendido al natural asegura un buen secado de las toallas, además de que evita que las humedades se asienten en nuestra casa. Y ya si quieres conseguir un tacto esponjoso y suave, te recomendamos que las sacudas a conciencia y las tiendas sin pinzas ni pliegues (si es posible).

7. Evita dejarlas en el cesto de la ropa sucia

No es un truco de limpieza, pero sí una recomendación que vas a poner en práctica desde hoy. ¿La razón? Evitar un problema de humedad en la ropa. Tras salir de la ducha o bañarte en la alberca evita dejar la toalla dentro del cesto de la ropa sucia. ¡No lo hagas nunca! Al estar mojada se creará en ella humedad que puede traspasarse al resto de la ropa sucia.

Tras una ducha, tiende las toallas en el exterior de tu casa para que se sequen por completo antes de volver a utilizarlas. Por supuesto, no olvides lavarlas tras tres o cuatro usos.

Como puedes ver es muy sencillo lavar las toallas y hacer que queden suaves, perfumadas y con un olor espectacular, ¿verdad? ¡Pruébalos y nos cuentas!

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