Cómo hacer mortadela casera fácilmente

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La mortadela es uno de esos embutidos que ha conquistado paladares en todo el mundo. Es sabrosa, versátil y puede ser la protagonista de una variedad de platillos.

Ahora bien, ¿has pensado en hacer mortadela en casa? Hacerla te permite tener control sobre los ingredientes y disfrutar de un sabor auténtico e inigualable.

Esta receta es simple y con ingredientes que fácilmente encontrarás en tu despensa o supermercado local. Perfecta para preparar una picada especial o esos sándwiches rápidos cuando el tiempo apremia.

Ingredientes

  • 1 kg de Carne (cerdo, ternera o pollo). Preferentemente carne de cerdo bien picada
  • 150 gr de Harina
  • 1 cdita. de Cilantro en grano
  • 1 cdita. de Pimienta negra troceada
  • 1 cda. de Sal
  • 1 cdita. de Pimentón dulce
  • Tela de algodón fina
  • Hilo de atar

Preparación

  1. Comienza procesando la carne hasta obtener una masa homogénea.
  2. Añade la harina, la pimienta negra, la sal, el cilantro y, por supuesto, el pimentón, que le dará ese característico color rosa.
  3. Una vez mezclados, deberás conseguir una masa de textura suave. Dale forma cilíndrica a la mortadela, enrollándola con cuidado.
  4. Cubre la mortadela con la tela y utiliza el hilo para atarla, asegurando que quede bien compacta y sin burbujas de aire.
  5. Coloca la mortadela en una olla con agua y déjala hervir durante aproximadamente una hora. Es crucial que esté bien comprimida para que conserve su forma y textura durante la cocción.
  6. Una vez cocida, retírala del agua y déjala enfriar a temperatura ambiente.
  7.  

Consejos:

  1. Tipo de carne: Experimenta con diferentes carnes como ternera o pollo, pero la de cerdo suele dar el mejor sabor.
  2. Sazonado: Puedes añadir condimentos adicionales como ajo en polvo o nuez moscada para variar el sabor.
  3. Conservación: Una vez cocida, refrigera la mortadela y consúmela dentro de 3-4 días.
  4.  

Una vez fría, ya estará lista para cortarla y disfrutarla de la manera que más te guste.

Ya sea en rebanadas gruesas para una picada o más finas para un delicioso sándwich. ¡Disfruta de tu mortadela casera!

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