Una de esas joyas ocultas en la limpieza del hogar es la humilde cáscara de naranja. En lugar de tirarla a la basura, se puede reutilizar para convertirla en un potente detergente natural. El proceso es sencillo pero eficaz y requiere solo unos pocos ingredientes que se consiguen fácilmente.
Para crear este detergente casero, empieza por recoger cáscaras de naranja y ponlas a hervir a fuego lento en una olla con agua. Añade una pizca de sal de mesa y una cucharada de bicarbonato de sodio, dejando que la mezcla se infusione. Una vez que el agua adquiera un tono anaranjado, lo que indica que la infusión está completa, cuela el líquido en un recipiente. Añade una dosis de vinagre de alcohol y un chorrito de detergente, asegurándote de mezclar bien.
Esta solución casera cuenta con un impresionante poder de limpieza, capaz de eliminar manchas de grasa persistentes en platos y utensilios de cocina. La combinación de bicarbonato de sodio y vinagre desengrasa eficazmente, mientras que la cáscara de naranja proporciona un aroma refrescante, mejorando la experiencia de limpieza general.
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