Esta salsa no solo es deliciosa, sino que también es una opción saludable, ya que está hecha con ingredientes frescos y naturales. Es ideal para quienes buscan alternativas caseras a las salsas comerciales, que a menudo están cargadas de conservantes y azúcares añadidos.

Con esta receta, puedes tener la tranquilidad de saber exactamente qué estás poniendo en tu plato. Además, puedes personalizarla según tus gustos, haciéndola más suave o picante, según prefieras.

Ingredientes

• 4-5 kilos de Tomates maduros
• 8 Cebollas (picadas finamente)
• 3 cdi
• tas de Sal (ajustar al gusto)3 cdas de Azúcar
• 3 g de Jengibre fresco (rallado)
• 1 cdita de Pimentón en polvo dulce
• 5 Hojas de laurel
• ¼ de litro de Vinagre (puede ser vinagre de manzana o blanco)
• Jugo de 1 limón
• 1 Tallo de apio, picado finamente
• 2 cditas de Pimienta (ajustar al gusto)
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Preparación

1. Preparación de los tomates: Lava bien los tomates y retira el pedúnculo. Haz un corte en forma de cruz en la base de cada tomate. Escalda los tomates en agua hirviendo durante 1-2 minutos, hasta que la piel comience a separarse. Luego, retíralos del agua y pélalos. Corta los tomates en cubos, retirando las semillas si lo prefieres.
2. Cocción inicial: En una olla grande, añade los tomates picados junto con las cebollas y el apio. Cocina a fuego medio durante 15-20 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que los tomates comiencen a deshacerse y las cebollas estén tiernas.
3. Añadir los condimentos: Agrega el jengibre rallado, el pimentón en polvo, las hojas de laurel, la sal y la pimienta a la mezcla de tomate. Remueve bien para que los sabores se integren.
4. Incorporar los ingredientes líquidos: Vierte el vinagre y el jugo de limón en la olla. Añade también el azúcar, que ayudará a equilibrar la acidez del vinagre y los tomates. Deja que la mezcla hierva suavemente, removiendo de vez en cuando, durante unos 45 minutos a 1 hora, o hasta que la salsa espese a tu gusto.
5. Ajustar los sabores: Prueba la salsa y ajusta la sal, la pimienta o el azúcar si es necesario. Si prefieres una salsa más suave, puedes procesarla en una licuadora o usar una batidora de mano para hacerla más homogénea.
6. Envasado y conservación: Si deseas conservar la salsa, viértela caliente en frascos de vidrio esterilizados, dejando un pequeño espacio en la parte superior. Cierra bien los frascos y colócalos boca abajo hasta que se enfríen. Esto creará un vacío que ayudará a conservar la salsa por más tiempo.

Consejos adicionales:

• Variedad de tomates: Puedes mezclar diferentes tipos de tomates para una salsa con más profundidad de sabor. Tomates cherry, tomates pera o incluso tomates verdes pueden aportar distintas notas a la salsa.
• Intensifica el sabor: Si deseas un sabor más profundo, deja que la salsa repose en la nevera durante al menos un día antes de usarla. Esto permitirá que los sabores se integren mejo
• r.Opciones de almacenamiento: Si no planeas usar toda la salsa de inmediato, congélala en porciones pequeñas. Así podrás tener salsa casera lista para usar en cualquier momento.

Esta salsa de tomate es una excelente opción para darle vida a tus platos, ya sea como base para pizzas, acompañamiento de pastas o incluso como aderezo para carnes.

¡Disfruta del proceso de preparación y del delicioso resultado final!