La orquídea es una flor maravillosa que no requiere ninguna atención especial, sino que vive de forma bastante independiente. Sin embargo, siempre debes tener en cuenta ciertas precauciones, ya que algunos pasos en falso podrían poner en peligro el crecimiento exuberante y la conservación a largo plazo de la planta.
Las orquídeas son plantas que crecen de forma natural en zonas tropicales y subtropicales. Sin embargo, algunas especies también se encuentran en Europa y territorio italiano.
Debido a sus colores brillantes y variados, son populares y están muy extendidos en hogares y jardines. Pero muy a menudo los dejamos morir porque no sabemos cómo tratarlos. En este artículo intentaremos ayudarte a entender cómo cuidar las orquídeas , teniendo en cuenta todas sus características y necesidades.
Características de las orquídeas
Las plantas de orquídeas son particularmente diversas: de hecho, existen en la naturaleza más de 20.000 especies, agrupadas en casi 700 géneros. Prosperan en zonas muy cálidas y húmedas y crecen cerca de troncos de árboles y rocas.
Un caso especial son las orquídeas terrestres, que crecen en regiones más templadas como Europa y se distinguen de otras por hundir sus raíces en el suelo.
En general, todas las orquídeas tienen una forma típica y reconocible; Sin embargo, su color puede variar. Hay tres especies que se encuentran con mayor facilidad en el mercado: Phalaenopsis, Dendrobium y Cymbidium.
Cómo cultivar orquídeas en casa
Las orquídeas no sólo son plantas hermosas, sino también delicadas que deben tratarse con cuidado. A continuación encontrarás todos los aspectos que hay que cuidar para que la planta no se seque, enferme o peor aún, muera. Hay que cuidar la luz y el agua, pero también tratar bien la tierra y controlar la temperatura a la que está expuesta día y noche.
La luz
Coloque las plantas de orquídeas hacia la ventana o el balcón, pero evite la luz solar directa y el contacto con fuentes de calor.
Por tanto, no coloques la planta en el balcón o en medio del jardín, sino detrás de una tienda de campaña o debajo de un toldo para que quede protegida. Especialmente durante el período de inactividad de la planta, evite el contacto directo.
Agua y riego
La orquídea necesita vivir en un ambiente húmedo, pero eso no significa que haya que regarla todos los días. Riégala cada 5 a 7 días. Sin embargo, la mayoría de las veces es necesario tratar las hojas: evaporación frecuente con agua desmineralizada.
Para los meses de verano, donde el calor excesivo puede hacer que el ambiente sea especialmente seco, hazte con un humidificador para que la planta crezca siempre en un ambiente ideal y favorable.
Arcilla
También preste atención a la tierra de la maceta. Cree tierra mixta mezclando carbón, cáscaras y trozos de corteza. Es importante crear un ambiente poroso donde la humedad no sea ni demasiado alta ni demasiado baja. Entre las más recomendadas se encuentran la tierra para macetas de grano fino y la mezcla media. Sobre todo, el primero hace que el trasplante sea más fácil y seguro.
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