EL DESTINO DE UNA MADRE.
El destino de una madre es esperar a los hijos.
Esperarlos durante el embarazo, esperarlos
En la guardería. Espérenlos en la salida de la escuela.
Espérenlos cuando comiencen sus vidas a la vuelta a casa después de una fiesta.
Los esperas cuando vuelvan del trabajo para que encuentren siempre una sopa caliente. Los esperas con amor, con ansias a veces con rabia que pasa cuando los ves y puedes abrazarlos. Asegúrate de que tu madre mayor no tenga que esperar más. Visítenla, ámenla, abracen a la que los amó como nadie más lo hará. No la hagan esperar, eso espera ella de ustedes.
Porque envejecen los miembros pero el corazón de una madre nunca envejece. Amenla ustedes que pueden.
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