Hoy cuando estaba cruzando la calle, vi a un niño en el suelo y la gente pasaba como si fuera invisible.
Cuando me acerqué, él estaba sentado en el suelo, le pregunté si estaba bien y si necesitaba algo, él extendió su mano, me miró y dijo: » Dame comida, tengo hambre.»
Yo crucé con él la calle y lo llevé y senté en la panadería, mientras que todos me miraban por estar con este niño.
Nunca vi a nadie emocionarse tanto por comer un bollo de pan.
Después de que terminó de comer, él toma mi mano y me dice:
«Ni ojos vieron, ni oídos escucharon lo que Dios preparó para tí, es mucho más grande de lo que puedes imaginar.»
No tuve explicación a lo que dijo, lloré como si no hubiera mañana.
Si has leído hasta aquí esta historia, Dios hará un milagro en tu vida hoy.
Dios te dará:
– Un mejor empleo.
– Toda la felicidad del mundo.
– Y las preocupaciones desaparecerán.
Simplemente escribe amén y compártelo, si crees que Dios responde a las oraciones.
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