Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá. Habacuc 2:3
Amado Padre que estás en el cielo, en silencio venimos ante ti y pedimos por tu Espíritu.
Te lo pedimos, especialmente por el tiempo de espera que todavía se requiere de nosotros, mientras esperamos y luchamos para que tu luz entre en todos los corazones, y alumbre donde hay tanta muerte.
No debemos desesperarnos por nuestra vida interior, incluso cuando la vida a nuestro alrededor parezca tragarnos con la furia de un torbellino sin salida.
Pues tú nos guardarás.
Oramos también para que nos cuides en momentos de tentación, para que siempre estemos bajo tu cuidado.
Protégenos para que tengamos esperanza y alegría en ti, seguros de que tu propósito para todos nosotros es la vida verdadera: vida de lo alto y vida de resurrección.
Amén.
Comentarios