NO LLAMES AL MÉDICO, QUIERO DORMIRME…

AMOR 10637 Visitas

 

«No llames al médico, quiero dormirme tranquilamente. Con tu mano en la mía».

Le contó sobre el pasado, cómo se conocieron, sobre el primer beso.

No lloraron, sonrieron. No se arrepintieron, estaban agradecidos.

Luego volvió a decir suavemente: «Te amo, para siempre».

Él le devolvió las palabras y le dio un suave beso en la frente.

Cerró los ojos y se durmió pacíficamente con la mano de él en la de ella.

 

El amor es lo que cuenta, porque una persona viene a este mundo con nada más que amor y lo deja de nuevo sin nada más que amor.

 

 

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