…Él tiene ochenta y tantos años e insiste en llevar de la mano a su mujer por donde anda.
Y cuando le pregunté,
¿Por qué su mujer camina como distraída, cómo si siguiera a la nada?
Él respondió, porque tiene Alzheimer.
Entonces, le pregunté,¿Se preocupará su mujer si usted la suelta, la deja o simplemente usted se cansa?
Y respondió «Ella no se acuerda…
Ya no sabe quién soy yo,
desde hace un par de años que ya no me reconoce.
Yo sorprendido, le dije:
«¡qué bien! Y aún así sigues de guía por el camino cada día a pesar de que ella no te reconoce.
El hombre sonrió, me miró a los ojos. Entonces me dijo:
«Ella no sabe quién soy yo,
pero yo sí sé quien es ella».
«El amor de mi vida…»
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